El día que me entere que mis padres se iban a divorciar fue uno de los mas felices, suena completamente demente lo que digo. Si hubieran vivido la situación por la que pase lo entenderían, no me produjo exactamente felicidad, si no mucha paz.

Desde que tenia 9 años mis padres vivían en una guerra sin fin y convertían nuestra casa en su campo de batalla. Yo siempre saque cara por mi mama, se supone que uno debe querer de igual manera a su papa y a su mama, pero a ella la quería mas, y no es que ella haya sido la victima y mi papa el agresor, si no es que en cada discusión las razones que aportaba mi mama me parecían mas validas que las incoherencias que decía mi papá.

Mi mama para todo tenia una respuesta lógica, actuaba de manera inteligente, no se exaltaba y nunca perdía la calma, en cambio mi papa solo sabia gritar, vociferar, mandar, hacer bulla. Con el tiempo lo único que logro con ese tipo de comportamiento fue que sus hijos nos diéramos cuenta de que era él el que estaba mal y de que mi mama merecía algo mejor que pasar una vida miserable a su lado aguantándole todas sus tonterías.

Desde que mi papa se fue, mi hogar volvió a ser realmente un hogar, ya no mas gritos, peleas, solo paz, separarse fue lo mejor que pudieron hacer por nosotros. No es que no lo quiera, si lo quiero, pero a mi madre no solo la quiero, también la admiro. Supongo que es por eso que pienso, sostengo y afirmo: Las mujeres son mas inteligentes que los hombres, fue lo que vi desde que era una niña, y con el tiempo he sido testigo de diversas situaciones que me llevan a reafirmar la forma que tengo de pensar.

Tenia 16 años el dia que el se fue, ahora ya esta a punto de casarse nuevamente. Mi mama tambien se volvio a casar, al parecer ahora ambos han alcanzado la felicidad que juntos no pudieron lograr.